Las joyas desde siempre van de la mano de la moda. Más allá de las tendencias, las joyas están siempre vigentes y no pueden faltar como accesorios elegantes de las mujeres de todas las épocas.
Lo interesante de una joya es que la persona que la usa puede sentirse de diferentes maneras: más bella, segura, elegante, romántica, sobre todo porque la forma de sentir una joya, al usarla, es algo muy subjetivo.
En los últimos cinco años las joyas alcanzaron su punto más importante cuando se empezó a usar el “Collar Declaración”, que es un collar grueso, importante, que llama la atención, que marca un estilo de la mujer que lo usa. La mujer sigue tendencias, pero no a ciegas, lo importante es adaptar la moda al estilo propio de cada mujer. Por el momento podría decirse que la tendencia en joyas podría inclinarse por estilos más sencillos, pero sin caer en el minimalismo austero de los años 90.
La creación de las joyas debe inspirarse en la mujer real, poseer un aire cotidiano pero combinando detalles especiales que sólo brindan las joyas antiguas. Cada mujer, crea su propio estilo, toma de la moda lo que más le gusta y pueda adaptarse a su cuerpo, ropa, vida social o trabajo. Todos estos aspectos en la vida de una mujer deben tenerse en cuenta, seguramente una mujer deportista no usará el mismo estilo de joyas que una abogada, secretaria o artista. Pero lo importante es saber elegir la joya para cada ocasión. Es esencial, que algo simple o cotidiano, no signifique ordinario, sino que tiene que ser algo que se destaque, pero tener un delicado equilibrio con la sobriedad y el estilo de cada persona.
Las joyas fueron, son y serán indispensables en el atuendo de las mujeres elegantes de todo el mundo, es decir, su encanto permanece en el tiempo, más allá de las épocas y tendencias.

